¡Como Hacer Amigos y Conservarlos!

Cierra los ojos y vuelve por un momento a esa tarde que pasaste con tus amigos, contando anécdotas divertidas, riendo y sintiendo ese cálido afecto en tu corazón. ¡Si! esa sensación que solo la compañía de buenos amigos puede ofrecerte. Todos hemos experimentado alguna vez una risa tan fuerte que algo inesperado salió de nuestra nariz. Qué gratificante puede ser la compañía de buenos amigos, sobre todo porque, según los expertos, contar con ellos también ayuda a reducir el estrés y prolongar la vida. En este post, aprenderás cómo evitar los tres errores más comunes que cometemos como amigos, cómo cultivar amistades duraderas que superen el paso del tiempo y cómo identificar aquellas relaciones que no te aportan beneficios.

Error número 1: La crítica

La crítica es nuestra interpretación de una situación o del comportamiento de otra persona. Usualmente, al criticar tendemos a dividir los eventos en dos categorías: bueno o malo. Al hacerlo, etiquetamos ciertos comportamientos como positivos o negativos, creyendo que así entendemos mejor lo que está sucediendo. Sin embargo, este tipo de análisis o juicio nos aleja del momento presente, impidiéndonos amar y aceptar nuestra realidad tal como es. La crítica nos aleja de la autorresponsabilidad al enfocar nuestra energía en algo externo a nosotros mismos. Al criticar las acciones de otras personas, las colocamos en una posición defensiva donde su única tarea es justificar sus acciones.

La crítica se vuelve inútil e incluso peligrosa cuando intentamos persuadir a alguien para que cambie algún aspecto de su personalidad. Al herir su orgullo y dañar su sentido de importancia, solo logramos despertar sentimientos de resentimiento. Como dice el dicho: “quieres la miel sin el pinchazo de la abeja”. Si observamos cómo aprenden los niños, nos damos cuenta de que aprenden mejor cuando valoramos su esfuerzo en lugar de condenarlos por sus errores. Por eso, una de las claves más importantes para hacer y mantener amigos es esforzarnos por comprender por qué actúan como lo hacen en lugar de juzgarlos. Este enfoque es mucho más beneficioso que la crítica, ya que fomenta la simpatía y la curiosidad.

Error número 2: Falta de aprecio

La palabra “aprecio” es una de las primeras que enseñamos a nuestros hijos cuando están aprendiendo a hablar. Esto se debe a que sabemos el impacto que tiene en atraer prosperidad a nuestras vidas. Sin embargo, cuando nos convertimos en adultos, muchos de nosotros perdemos este hábito. El deseo más profundo en la naturaleza humana es sentirse importante, y cuando agradecemos y valoramos el esfuerzo de los demás, les estamos dando el mejor regalo posible. Las personas que satisfacen este deseo en otros son las que logran mantener relaciones sólidas y duraderas. ¿Por qué mostramos tantos trofeos y compartimos fotos de los logros de nuestros hijos? Porque buscamos que se valore lo que hacemos. Entonces, ¿por qué no hacer el esfuerzo de identificar al menos una cualidad que apreciamos en alguien y expresárselo?

La apreciación sincera es muy diferente de la adulación vacía; una surge del corazón y la otra es superficial. Si tu hermana prepara una comida deliciosa, hazle saber cuánto valoras su esfuerzo y lo delicioso que está. Si tu hija elige su ropa y se organiza sola, demuéstrale lo feliz que te hace su iniciativa. La gente puede olvidar lo que le dices, pero nunca olvidará cómo la haces sentir. Haz que se sientan importantes y dales el regalo de la apreciación, y tendrás amigos para toda la vida.

Error número 3: Falta de concentración al escuchar

Mostrar un genuino interés en lo que la otra persona quiere o considera importante no es fácil al principio. Sin embargo, como todos los hábitos, con la práctica se vuelve instintivo. Si tienes que elegir uno de los tres errores para empezar a corregir, este podría ser el más efectivo en producir resultados rápidos. La escucha atenta es la única manera de ganar influencia y cultivar amistades duraderas. Imagina que queremos atraer abejas a nuestro jardín. No vamos a plantar eucaliptos, aunque nos encante su olor. En lugar de eso, pensamos en lo que les gusta a las abejas y elegimos plantas con flores, polen abundante o néctar suficiente. Es decir, no es efectivo centrarse solo en nuestros gustos; para atraer abejas, debemos considerar lo que ellas prefieren también. Esta idea también se aplica para conseguir y mantener amigos.

Desarrollar un genuino deseo de entender y conocer más a las personas que nos rodean solo se logra practicando la escucha atenta. Acostúmbrate a ver cada situación desde el punto de vista del otro, a hablar sobre lo que quieren tus amigos y cómo podrían lograrlo. Cuando estamos enojados, solemos querer expresar nuestra insatisfacción y frustraciones. Sin embargo, este tipo de conversaciones no llevan a ninguna parte y solo generan más conflicto. En cambio, al enfocarnos en lo que las personas quieren y en su perspectiva en ese momento, la conversación tendrá un tono más positivo. Aunque tengamos la razón, si la otra persona siente que su punto de vista no cuenta, no habrá resolución porque su orgullo se verá herido. Por otro lado, si percibe que alguien ha tomado en cuenta su perspectiva, sentirá más aprecio y estará más dispuesto a continuar con la conversación.

¿Cómo elijo qué amistades quiero mantener?

La cita “Siéntate con personas que cuiden de tu reputación cuando no estás presente” resume perfectamente lo que significa una verdadera amistad para mí. Una amistad genuina se convierte en una extensión de uno mismo, una relación en la que se siente la certeza de ser comprendido y valorado por quien realmente eres. Estas son las personas que estarán siempre dispuestas a defender tu integridad frente a los demás.

En este momento de mi vida, con tantas responsabilidades y un tiempo limitado, no deseo perder mi energía y atención en relaciones que no aportan valor significativo a mi vida. Si te encuentras en una situación similar, es crucial tomarte un momento para reflexionar sobre las amistades que te rodean y determinar si son las personas con las que deseas invertir tu tiempo y energía. Recuerda que tu carácter se moldea en gran medida por las cinco personas con las que más tiempo compartes. Por ello, es importante decir no a las amistades que solo generan insatisfacción o sentimientos desagradables. Aprende a sintonizar tu cuerpo y reconoce las diferencias que existen entre las relaciones que te nutren y aquellas que te restan.

¿Cómo identificar y dejar ir una amistad que no es adecuada para mí?

Un consejo que siempre me ha sido útil es prestar atención a las señales que mi cuerpo me envía. Como menciona Bessel van der Kolk en su libro El cuerpo lleva la cuenta “Si no estás consciente de lo que tu cuerpo necesita, no puedes cuidarlo. Una vez que comienzas a cultivar la conciencia sensorial, puedes empezar a notar la conexión entre tus emociones y tu cuerpo. Simplemente notar lo que sientes fomenta la regulación emocional y te ayuda a dejar de intentar ignorar lo que está sucediendo dentro de ti.”

Por lo tanto, la mejor manera de darse cuenta de que una amistad no es beneficiosa es sintonizarse con el cuerpo y reconocer las señales que este nos envía. Es importante prestar atención a las sensaciones que surgen y determinar si son algo con lo que puedo aprender a lidiar o si son indicadores de que la amistad no me conviene. Algunas sensaciones son tan intensas que no pueden ser ignoradas, y en estos casos, lo mejor es alejarse de aquellas personas que las provocan para poder abordar estos sentimientos a nuestro propio ritmo y en un entorno más favorable para nuestro bienestar emocional.

Nadie dijo que fuera fácil; nadie dijo que sería tan difícil

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Finalmente

Si decides poner en práctica algo de lo que has aprendido en este blog, que sea la importancia de considerar tanto tu punto de vista como el de la otra persona. Esta simple acción puede ser la clave principal para cultivar una amistad verdadera. Tomarnos el tiempo para comprender el punto de vista de los demás, tratando de despertar en ellos un deseo genuino de compartir sus metas y opiniones, es un regalo invaluable que podemos ofrecer. Es el regalo de la autoexpresión.

Un ejemplo claro de esto se encuentra en la relación con los niños. Una estrategia efectiva para que los niños acepten la comida que preparamos es involucrarlos en el proceso. Al permitirles participar, como lavar los vegetales o cortarlos, les brindamos la oportunidad de expresar sus habilidades y sentirse importantes. La expresión personal es una necesidad básica en el comportamiento humano, y cuando la fomentamos en otros, también fortalecemos nuestra conexión con esas sensaciones de reciprocidad y placer.

En conclusión, es posible hacer amistades que superen la prueba del tiempo incluso en nuestra vida adulta. ¡Sí! Además de convertirnos en protectores de nuestra propia conciencia sensorial, las tres técnicas fundamentales para atraer y mantener amistades para siempre son: evitar la crítica, mostrar aprecio y fomentar la escucha activa. Las conexiones auténticas se logran cuando nuestro deseo se vuelve el hacer que las personas a nuestro alrededor se sientan escuchadas, comprendidas y apreciadas. Es poner esto como prioridad, incluso por encima de nuestra necesidad de ser escuchados y comprendidos nosotros mismos.

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